4 paradas foodies en Gràcia que visitar durante las fiestas del barrio



Las Fiestas de Gràcia también pueden ser foodies. Para que no te quedes con hambre durante estos días, aquí nuestras recomendaciones de locales de Gràcia de visita imprescindible. 

Gelateria Cloud
No te pierdas los mejores helados de la ciudad. Y quizá del mundo, ya que estamos. Cloud es la heladería artesanal italiana del barrio de Gràcia. En ella, el maestro heladero Maurizio Lunardi ha querido traer a Barcelona las creaciones de su inefable Gelateria TU, un referente en la materia, ubicada en Italia. Y es que el de Lunardi es uno de los grandes nombres del mundo de la heladería italiana. Su Gelateria TU, ubicada en Domodossola (Piemonte), forma parte de la prestigiosa Guía Gambero Rosso como una de las mejores del país. Porque en materia de helados, Italia siempre va un paso por delante y el artífice de Gelateria TU ha querido traer al corazón de Gràcia esa manera inconfundible de imaginarlos y elaborarlos que marca la diferencia. A los sabores tradicionales, que destacan por su intenso sabor, sus innumerables matices y su cremosidad perfecta, hay que añadir algunos tan originales como el de aguacate o el American Breakfast. Maurizio los prepara personalmente, así que la excelencia está servida. En las fiestas de Gràcia también tendrá una creación unica y propia de la casa: el helado de cerveza. Sorprendente, cautivante, delicioso. Tienen también helados sugar-free y veganos, ¡para que nadie se quede sin ellos! Cloud, Plaça Rovira i Trias 5, @Cloud.barcelona_



Dos Manos Pita Bar 
La atmósfera de la Tel Aviv más cool, con sus buques insignia gastronómicos, en el centro de Barcelona, solo puede ser un buen augurio. En un formato casual, las pitas y otras delicatessen israelíes protagonizan una carta gourmet, saludable, variada y asequible, en un local que se postula como nuevo hotspot foodie a tener muy en cuenta en el barrio de Gràcia.Dos Manos es porque aquí se come a dos manos. Sea para mojar pan, para agarrar una buena y rellenita pita o para ir picando. Las manos van y vienen, para compartir, en el centro de la mesa. Finger food, pues, del bueno, con una carta en la que las verduras, las legumbres y las especies son las reinas, los protagonistas indiscutibles para traer al plato todos los sabores de Oriente Medio y dar vidilla al paladar. Es leer la combinaciones de ingredientes de recetas de la casa y empezar a viajar mediante aromas y sabores lejanos que suenan igual de bien que saben y que nos transportan al frenesí de las ciudades israelíes. Sumac, harissa, za’aatar. Qué música, ¿verdad? Aquí optan por ser lo más auténticos posible en sus recetas, lo más fieles a su memoria gastronómica. Entre los platillos a compartir, de primero están el tahini servido con pita caliente y salsa picante; una maravilloso berenjena asada con queso labneh, tahini, miel de dátil y summac; o esas fabulosas hojas de parra rellenas de arroz, tzatiji, limón y hierbas. Es goloso, es sabroso. Es complejo pero a la vez sencillo. Todo cuidado, todo bonito, todo bueno. Tampoco falta uno de los platos más emblemáticos del país oriental, rey de sus desayunos y brunch: el shakshuka, y una incursión cosmopolita que fusiona el mundo de sabores de Israel con Barcelona, con sus bravas consistentes en sabrosas patatas tuneadas con mantequilla de eneldo. Una combinación elegante, sutil, que sorprende y engancha, para repetir. El hummus es otra especialidad de la casa. Pero, en realidad, aquí se viene para los segundos: a comer pitas, cómo no. Los its de la casa. Normalmente asociadas al street food, en Dos Manos se sirven en la mesa. Aunque se conserve su ritual de comida con las manos, aquí encontraremos las dos, sea en su formato bocadillo, como diríamos a nivel nacional, o servido en plato (también tienen take away y delivery, por cierto). Sabrosas hasta decir basta y a rebosar de relleno, las hay de carne de ternera y cordero, de pollo crujiente; de carne de larga cocción; de pescado; de huevo o de shawarma vegano. A eso se suman los aderezos, los vegetales, las especies. Lo que nosotros conocemos como toppings. Para gustos…. ¡Las pitas! Dos Manos, Carrer del Torrent de l’Olla, 3, @dosmanos_pitabar




Chalito
Hay Dios mío, ¡cómo están las milanesas de Chalito! Se elaboran aquí cada día de forma artesana y con los mejores ingredientes. Hay hasta 12 combinaciones diferentes de milanesas con toppings en la carta de Chalito. Con huevos fritos; con crema de roquefort y champiñones; con tomate, rúcula, mozarela, parmesano y jamón serrando; con sobrasada, mozarela, queso de mahón y miel; con provolone y salsa criolle, para citar solo algunas. Todas las combinaciones de milanesas se pueden acompañar con guarniciones como patatas fritas caseras, patatas asadas, arroz con un toque de parmesano o ensalada.  Así, seguro que tenemos una a vuestro gusto. Solo cabe descubrir cuál, y zamparla. Ojo, el plato es más que abundante. Además, también se ha creado u apartado de ‘milanesas al pan’, algo así como bocadillos que dan su merecido protagonismo a la receta empanada y son una auténtica bomba. ¿Y que no os va bien acudir a por vuestra milanesa favorita? No tenéis excusa porque, lo dicho, Chalito os trae lo que queráis de su carta a casa o en la oficina. Y es que se han consolidado los servicios de delivery y take away, pidiendo a través de la plataforma Glovo que se encarga de la entrega de comida a domicilio. También se pueden realizar pedidos a través del teléfono y recogerlos en el mismo local. Chalito Vía Augusta, 65, @chalito.es



Heladería Aurelien Barcelona
helados de autor de elaboración propia, 100% artesanos y naturales, recién pasteurizados y mantecados, sin conservantes, colorantes ni aditivos (y sin pulpa). Aquí la fruta que se emplea es local, la nata y leche son frescas de la Granja Armengol, y los ingredientes de la más alta calidad y cuidadosamente seleccionados proceden de productores especializados y seleccionados con mimo y rigor.  Otra particularidad de esta heladería es que, además de los tradicionales formatos cucurucho y tarrina, los helados se pueden disfrutar cubiertos de un rico bollo de croissant caliente, un irresistible contraste de temperaturas y texturas. La carta se complementa con horchata, granizados, zumos, crêpes y gofres, y con una vitrina de dulces en invierno. Otra particularidad de esta heladería es que, además de los tradicionales formatos cucurucho y tarrina, los helados se pueden disfrutar cubiertos de un rico bollo de croissant caliente, un irresistible contraste de temperaturas y texturas. La carta se complementa con horchata, granizados, zumos, crêpes y gofres, y con una vitrina de dulces en invierno. Aurelien Barcelona, Plaza del Sol, 9, Barcelona, @aurelien.barcelona